Si alguien me preguntara, ¿qué momento de la vida, eres? Definitivamente tendría que contestar sin temor a equivocarme, que soy una noche lluviosa.
¿Por qué así? Porque es en la noche que caen las máscaras, los velos; cualquier disfraz que se tenga que usar en el día, cualquier uniforme, de noche deja de ser necesario; es el momento de la vida en el que yo veo dentro de mí con la claridad que una pantera puede mirar en la oscuridad.
Ahí está todo, tan vivo, tan tangible, apasionado y loco; cada rasgo de mí tan lleno de movimiento. Es la hora en que todos los demonios y fantasmas salen a complementarme con toda la fuerza que llevan dentro.
¿Y por qué lluviosa? Porque el agua purifica, limpia, baña, da vida. Esa combinación de claroscuros que he buscado toda mi vida, la llevo impregnada en cada centímetro de mi ser, lo más oscuro de un ser humano conviviendo con la renovación constante, se convierte en un monstruo digno de ver.
Siempre he sentido un “llamado” especial en esas noches lluviosas, que me toca el corazón, que recorre cada rincón de mi mente y alma, como recordándome quién soy, qué me hace vibrar y lograr que me mueva sola. Lo reconocí una noche de infancia, en la tranquilidad de mi alma, que pude percibir cada trazo multicolor que provocó en mí. El susurro de la lluvia, el brillo de las luces de la calle reflejadas en el suelo mojado, pero sobre todo el olor…ese olor a mojado, que hasta la fecha lo nombro e inevitablemente vuelvo a percibirlo aunque no esté lloviendo. Y después volví a sentirlo años después cuando comencé a correr por hobby, cuando entre tanta velocidad y movimiento encontré el ritmo exacto, el equilibrio entre respiración y paso; momento único de comunión entre alma, mente y cuerpo.
Y ustedes, ¿se identifican con algún momento de la vida?
¡Hasta la próxima!
Verito, no cabe duda que Dios trabaja de manera misteriosas: a veces pensamos que lo que nos sucede y no esperábamos o no queríamos responde a un castigo de Dios o bien a algo que hicimos mal, pero definitivamente no es así, sólo El conoce el entrenamiento que necesitamos cada uno de nosotros para que en el momento adecuado contemos con toda la experiencia suficiente y necesaria para desarrollar la actividad que nos gusta, que nos conviene y que nos libera, que nos hace sentir que estamos haciendo las cosas bien.
En hora buena Verito, me encanta tu trabajo y la verdad lo que más me gusta es que detecto entre líneas que es algo que te satisface y te hace feliz.
Muchas, muchas felicidades tripita, felicidades por este y por todos los triunfos que has tenido en la vida (tu familia, tu casa, tus trabajos) que tú te has ganado a pulso y que yo sé que aun te faltan muchos más.
Recibe de mi parte un abrazo y un beso con mucho cariño, y sigue haciendo lo que te gusta, ya Dios ya te puso en frente la puerta, sólo es cuestión de que la abras y que sigas tu camino.
Querida amiga, es mi pasión y un verdadero placer poder compartir algo de lo que llevamos dentro. Gracias, de verdad, por tomarte el tiempo de leer y dejar un comentario, de corazón lo valoro muchísimo.
Espero seguir siendo de tu agrado y contar con tus visitas muy seguido por aquí, siempre estaremos buscando ofrecer un contenido variado, útil y con el que puedan identificarse.
Un abrazo muy fuerte, te quiero mucho.
Interesante reflexión, una forma poética de describir lo importante que es mirar nuestro interior y reconocernos. Que manera más honesta de invitarnos a recordar nuestra conexión con la vida y el universo. Me gusto.
Muchas gracias por tu comentario, es siempre una grata sensación que te agrade lo que escribo. Espero poder seguir contando con tu preferencia. ¡Un abrazo!
Hola ! Admiro la forma tan honesta de mirarte,sólo una persona que ha mirado por mucho tiempo hacia sus adentros puede identificar esos pequeños momentos que van conformando nuestra identidad
¡Hola! Es cierto, pienso que es importante conocer lo que llevamos dentro, a veces nos sorprendemos de lo que encontramos, y otras veces, solo lo confirmamos. ¡Un abrazo!
Muy bonita reflexión, el momento que describes es muy padre. A mi también me gusta la lluvia pero además me alegra mucho despertar y poder disfrutar de un amanecer fresco y despejado. Un abrazo y felicidades por tus artículos.
¡Hola! Muchas gracias por pasar a leer, espero que te agrade lo que yas encontrado aquí. Seguiremos escribiendo de cosas que esperamos sean de tu interés. ¡Un saludo!
Tu artículo me hizo suspirar, yo también creo que hay momentos de la vida que nos son muy similares a nuestra propia naturaleza. Yo sin duda, soy mis sueños.
Excelente artículo, como los demás. Soy tu fan.
Qué bonito momento elegiste Alejandro, definitivamente los sueños son, para muchos de nosotros, una entrada directa a nuestro verdadero ser. ¡Eres mi primer fan!
Para mi tambien resulta imposible identificarme solo con un momento. Creo que la vida es un conjunto de todos, sin embargo si he preferir alguno. Seria sin duda el amanecer abierto y dispuesto siempre a un nuevo comienzo.
Qué bonito que puedas ver cada día como una hoja en blanco, siempre con la disposición de volver a empezar si es necesario ¡Un abrazo!
Yo me identifico con los días soleados, largos, porque me hacen sentir viva y me permiten pensar que el tiempo me alcanzará para hacer todo lo que quiero.
Qué bonito, cada cosa que nos ayuda a sentir algo que nos gusta. Ojalá que nunca nos falte esa provocación. Gracias por comentar aquí, ¡muchos saludos!
Híjole, yo no podría identificarme con un solo momento, pero creo que uno se identifica con esos momentos porque algo significativo nos ocurrió
Es cierto, creo que como mencionas nos ayudan a definirnos varios momentos; y tal vez lo importante es darse cuenta cuando eso sucede. Gracias por leer y por tu comentario, ¡un abrazo!