El día de hoy se cumple un lustro de la tragedia que acompañó al exsecretario de Gobernación y amigo personal de Felipe Calderón, hablamos de Juan Camilo Mouriño Terrazo, aquel 4 de noviembre de 2008 en un Learjet 45 propiedad de la Segob, falleció el citado amigo, en compañía del denominado “zar antidrogas” José Luis Santiago Vasconcelos y otras 15 personas.
Hasta el día de hoy, el “peritaje” indica pérdida de control a baja altura y falta de pericia de quien lo tripulaba, una vez más todo sigue en el aire, y qué es lo que pudo suceder en esa tarde cuando regresaba de SLP; podemos expresar siempre nuestro malestar de porque siempre deben suceder así las cosas y quedarnos con esa espina de “¿eso pasó?”, eso fue lo que aconteció alrededor de esta tragedia, que finalmente son vidas humanas, nos simpatice o no la figura, el color y demás.
Después del terrible suceso comenzaron a “salir” (que raro) cuestiones relacionadas a todos los negocios de la Familia Mouriño, desde las gasolineras, las empresas, los contratos y demás, que nunca se tomaron en consideración cuando él se encontraba muy cerca del poder, y esto como siempre sólo suele despertar sospecha y más sospecha, que como siempre nadie sabe responder, nadie suele contestar y todo se queda en “posibilidades” y en sólo “quieren perjudicar”.
Los lustros seguirán pasando y nunca sabremos qué fue lo que sucedió en realidad en Las Lomas, como nunca sabremos (después de 9 meses) que es lo que pasó en Pemex, aún y cuando traigan sus peritos, el paso del tiempo es una incógnita en todo lo que acontece y sucede alrededor del país, es imposible e improbable que las personas tengan la decencia de ser éticos y morales en todo lo que los rodea.
Cabe destacar que aquí es peor el escenario porque se trata de funcionarios de alto nivel y que tenían injerencia en la “Seguridad Interior”, como podría darse a conocer algo “fatalista” y de alto perfil así porque sí, podría catalogarse como de alta seguridad, pero es más indecente tratar de cubrir y “reservar” la información en lugar de que se sea claro con toda la sociedad.
Sin embargo, seguiremos esperando las cuestiones relacionadas al tema, porque nuestra gran sociedad de poder sólo le gusta ser cúmulo de noticias, y de alta expectativa para sentirse alagados y llenos de dicha.
No podemos hablar de nada malo en este tipo de cuestiones, sólo “suponer” que hay detrás, y en esta ocasión sólo diremos: “Que descanse en paz”.
Ah y claro no olvidar que algo también sucedió con su otro secretario de gobernación.