¿Qué pasa cuando las decisiones no son suficientes?
Cuando no importa lo mucho que lo pienses, los muchos argumentos o razones de peso que posees para justificar algo. Cuando a pesar de todo y todos, no te satisface la decisión que tomas, en pocas palabras, no sientes esa paz anhelada. Peor aún, tu corazón te duele, añoras, extrañas y todo tu mundo se contrae. Cuando ya probaste una y otra y otra opción.
Creo que a todos alguna vez nos ha pasado que llegamos a un callejón sin salida, que sin importar cuánto pienses y trates de hacer lo mejor, simplemente no es suficiente.
A mí me gusta pensar que hay un orden universal, algo mucho más grande que nuestra limitada comprensión de las cosas y que hay un ser sabio llamado naturaleza que sabe poner cada cosa en su lugar y en el momento perfecto.
Mi frase siempre es “deja que las cosas caigan por su propio peso”, porque creo que a veces es momento de dejar de meter las manos y observar cómo se sincroniza el universo frente a nuestros ojos, y si se lo permitimos, podemos formar parte de esa sincronía, encontrando nuestro lugar, ese lugar perfecto y armonioso al que tenemos derecho de disfrutar.
Me gusta tener fe, esa fe ciega que va más allá de todo razonamiento y que se conecta directamente con nuestros verdaderos deseos, aquella que llama lo que nos complementa y nos hace seres enteros y en máxima expresión.
La vida tiene sorprendentes maneras de hacer encajar las cosas, lo que a veces nos parece imposible de lograr, en manos de Dios y de la vida, es simplemente natural. Se da solo y de una manera limpia, pura, natural. Deja que lo que es tuyo llegue a ti, de la forma correcta, aquella que asegure su permanencia en tu vida para siempre.
Cuando se te acaben las ideas, cuando no te satisfaga ninguna opción, recuerda que la vida se abre paso, a través de la fe.
Excelente día.
Cuanta razón a veces no alcanzamos a dimensionar las cosas y creemos tener las respuestas para todo, cuando en realidad para todo hay un tiempo, un espacio y un porque solo es cuestión de dejar que las cosas fluyan.
Pero a veces es tan difícil hacerlo amiga, quieres acomodar todo a como tu razón te da, pero no es suficiente y sacar las manos de eso, qué difícil es. Un beso amiga.
Hermoso texto. «Deja que lo que es tuyo llegue a ti, de la forma correcta, aquella que asegure su permanencia en tu vida para siempre.» Y es que si no llega o no se queda, es porque no era para ti, por más esfuerzos que hagas y aplica en todo. Me encantó.
Sobre todo cuando deseas con todo tu corazón que ese sea tu destino. Lo dicho, lo que es para ti, aunque te quites, y lo que no, aunque te pongas. No hay que perder la fe. Gracias Eva.
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