Los pétalos de una rosa

caen uno a uno,

aun cuando el destino nos separe

nuestras almas se niegan,

¡Como dos sombras!,

que en el crepúsculo escarlata se unen,

a través de una simple calle…

¡No me separaré!

Ma. José Montoya 

Monserrat Ruiz

Fuente de imagen: 

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