Tras el E3 del año presente sabemos que por todos lados nos toparemos con duros comentarios respecto a la criticada nueva consola de Microsoft, comentarios sobre lo excelente que es la nueva consola de Sony pero lo limitada que se ve debido a los pocos títulos populares con los que desde hace tiempo cuenta, y, quizá el único enigma en cuanto a su posible sentido (negativo o positivo), opiniones referentes a los títulos que presentará Nintendo; además de los variados títulos que se presentarán de manera indepediente.
Sucede que un servidor se encontró hace poco con “Age of Empires II: Gold Edition” un aclamado título de Microsoft junto con su exitosa expansión. Habían sido ya varios años desde la última vez que vi la caja de tal videojuego a la venta. En cuando advertí la presencia de este título en los estantes de la tienda, la compré. Podría asegurar haberla comprado de todos modos si no hubiese sido la última.
Instalé el juego en cuanto pude y reviví aventuras que habían sido mi mayor pasatiempo durante la primaria. A tan sólo horas del E3, una vez más dirigía a mis tropas a “¡destruir el castillo inglés!”
Age of Empires es un clásico, es decir, con dificultad pasará de moda. Suele ser llamado uno de los mejores videojuegos para PC de la historia, pero yo lo llamo infancia.
“La infancia y los videojuegos” es un concepto hasta cierto punto nuevo; con dificultad nos toparemos con personas más allá de los cuarenta años para las cuales los videojuegos hayan sido un pasatiempo durante la infancia (recordemos que ya son más de 40 años desde la aparición del Pong en el mercado).
Existen títulos que poseen un valor significativo en nuestras vidas, no impactante o determinante del curso de éstas, pero sí se han vuelto un apreciado recuerdo. En ocasiones, los títulos no son tan buenos, ni siquiera lo fueron en su época, pero eran lo único que había para entretenerse en videojuegos. En otras, el juego es fantástico y se trata de un clásico, como es el caso de un servidor.
Ya sea porque nos ayudó a pasar horas agradables durante etapas amargas, o porque nos haya provocado una tremenda emoción, o quizá por relacionarlos con grandes amistades se queda guardado un agradable y apreciado recuerdo sobre algunos videojuegos o incluso consolas.
Sea cual sea el caso, muchos de nuestros lectores seguramente se sentirán identificados, en cuyo caso es oportuna esta pregunta: ¿hay algún videojuego a cuyo recuerdo le tengan cariño? ¡Platíquennos!
Algunos contestarán uno de los numerosos títulos del plomero barrigón Mario, quizá para otros sea alguna edición de Pokémon o un título de carreras, o probablemente algún juego de arcade, ¡nos interesa conocer sus historias!
Estupendo articulo Saludos !!!!