American Fable: El miedo como control

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Reseña American Fable: El miedo como control
Reseña American Fable: El miedo como control

El miedo se contempla como un factor que puede modificar la conducta un individuo, cambiar sus hábitos de vida e incluso la forma en cómo percibe el mundo. La persona se acondiciona en pro de vivir al margen de no tropezar contra el miedo de que su realidad termine o de un instante a otro pierda todo, en pro de ello se justifican miles de acciones para tratar de mantener el status quo asociado a lo normal.

Mercadeo accidental

American Fable es la primera que dirige Anne Hamilton y aunque podría parecer que su concepto ha sido accidental en el trailer, no lo ha sido. Porque se vende una obra que podría recordar a Guillermo del Toro en el trailer, que podría ser más bien una apuesta de ficción y de un mundo macabro pero no ha sido así. Pese a ello, no le quita validez a lo que quiere plantear y más bien potencia lo que el director quiere exponer como foco central: el miedo.

La historia se enfoca en Gitty (Peyton Kennedy), una niña de 11 años que vive en una granja en la América de los años 80. Su familia vive acostumbrada a la cotidianidad y el trabajo de campo, son personas humildes que se conforman con lo que  han construído a lo largo de su vida pero que ven como amenaza una futura globalización. Gitty no es una chica corriente y aunque le repita a los personajes que se cree «especial» bien podría ser sinónimo de que es la elegida o que sucederá algo que terminará con la coherencia y por suerte no es el caso de la cinta. Ella es retraída, incómoda y solitaria, con una ansiedad que la carcome constantemente por no ser escuchada por nada y por no contar con amigos.

En medio de presentarnos lo que atraviesa Gitty, el director expone lo que ocurrió en 1980 con la venta de granjas en Estados Unidos, la presión que aplicaron los grandes magnates obligando a que miles perdieran todo lo que habían construido a lo largo de su vida.
El giro reside en descubrir que en medio de la propiedad de la familia de Gitty se encuentra Jonathan (Richard Schiff) un hombre secuestrado y responsable de lo que ocurre con las granjas.

El mundo a partir del encierro

Bien podría ser una trama similar a Pet o Room más no lo es. American Fable se centra en formar un vínculo entre Gitty y Jonathan, en darle un espacio a ambos personajes para concienciar el hecho de tener un amigo y de abstraerse de su mundo. Cada uno de los personajes tiene sus motivaciones y aquí es donde el hermano de Gitty tiene mayor cabida, dado que Martin (Gavin Macintosh) tratará de frenar todo esfuerzo por liberar a Jonathan y ante todo, justificar su captura al verlo como una amenaza. Lo irónico reside en que este personaje es lo opuesto a la protagonista, ambos sólo buscan tener el respeto de alguien más, es decir tratar de hacer lo correcto según sus propios ideales.

La parte fantástica y de «terror» hace alusión a los sueños y a esas pesadillas que hacen más pesada la existencia de la niña, nada es gratuito y el hecho de asociar el mal con una especie de armadura tipo fauno también tiene algo de sentido para Gitty.

Es un film que promete y que tiene su propio ritmo, no aburre pero si toma ciertas pausas, no esperen un gran misterio más si tensión y ante todo un contraste de una realidad cruda.

Recomendada.

Nos vemos en la próxima.
@Chdnk