
La llegada del nuevo año trajo consigo los aumentos anunciados en alimentos, energéticos y otros productos básicos.
Seamos realistas; 2014 será un año complicado para México, las proyecciones de crecimiento económico son a lo sumo modestas, por otro lado se prevé que la inflación, el desempleo y la pérdida de competitividad serán el día a día en los medios especializados no alineados al régimen peñista y que padeceremos la mayoría.
2013 fue un año de descontento social tras la aprobación de las reformas educativa, hacendaria y energética; el gobierno de Peña ha pretendido vendernos las bondades de dichas reformas en una ridícula y onerosa campaña mediática, principalmente en televisión abierta. Aunado a la ineptitud del ejecutivo, las declaraciones de su gabinete no son más afortunadas.
En cuestión de seguridad la herida abierta que dejó la estrategia contra el crimen organizado del gobierno anterior ha sido desatendida, no ha tenido variación o simplemente no es clara. La violencia en el norte del país no para, pero el caso más remarcable en este escenario es el estado de Michoacán, territorio donde se ha afincado la ingobernabilidad.
En materia de derechos humanos, el país tiene un centenar de observaciones, llamamientos, investigaciones principalmente en los renglones de violencia de género, abusos de autoridades, crímenes contra periodistas y desapariciones forzadas por parte de diferentes ONGs y organismos internacionales (incluida la ONU).
Podría seguir enumerando las calamidades que aquejan ahora a la nación, sin embargo no es el propósito de este texto. México debe cambiar, ya basta de ver a las autoridades como si fueran la nobleza del país, son servidores públicos, trabajan para ti, viven del dinero de tus impuestos; exige resultados, cuentas claras. Cuestiona a tus representantes en los congresos locales y federales, inunda su bandeja de correo con preguntas o propuestas.
Demanda la seguridad que necesitas, los servicios básicos a los que tienes derecho, denuncia cualquier abuso de estos funcionarios, exhíbelos en redes y en la prensa libre. Manifiéstate, deja la actitud pasiva.
Realiza trabajo comunitario, voluntario, analiza cómo mejorar tu entorno y llévalo a la práctica con tu familia, amigos y vecinos. Piensa en proyectos autogestivos y sustentables de beneficio comunitario. Toma la iniciativa.
Este 2014 debería ser un año de acción ciudadana ante el riesgo inminente de la represión del estado y la falta de representatividad real del arcaico sistema partidista que tiene al país hundido en la inestabilidad.